QUERIDA OLLA POPULAR, APRONTATE QUE ESTO RECIEN EMPIEZA..

Palabras claves: ollas populares solidarias, problema con el acceso al alimento, demanda de alimento, seguridad-inseguridad alimentaria, preguntas reflexivas

Ya son decenas de ollas populares las que están siendo organizadas a lo largo del país, en los distintos departamentos, ciudades, pueblos y barrios. Y ya son más de cientos de usuarios los que recurren a ellas por necesidad.

El hambre y las Las ollas populares existieron desde siempre, pero poniendo el foco a estos temas a raiz de la pandemia, podemos decir que las ollas populares no dan a basto y esto recién empieza. Tanto por iniciativa solidaria de personas independientes, como comedores brindados por el estado, son muchas las ollas activas, activandose y las que se activarán. Son de todos los días las noticias de convocatoria social y llamados para la colaboración de alimentos para las mismas. Porque si ya eran muchos, ahora son incontables los usuarios que recurren a ellas por necesidad.
La ayuda alimentaria solidaria que brota en muchos barrios, es digna de reconocimiento; por la empatia y solidaridad que éstas personas con gran poder de iniciativa, arriesgan su propia salud para colaborar y ayudar a aquellos que se encuentran en una situación complicada. Aunque es al mismo tiempo alarmante y preocupante como la emergencia sanitaria se convierte en una emergencia social, donde el desempleo masivo conducirá a una crisis económica que se desencadena lentamente, y no tan lentamente.
Hoy es el décimo día que los habitantes de Uruguay intenan parar, o fueron solicitados a guardarse en sus casas por la pandemia de corona virus, activa en nuestro país (mas o menos) a partir del domingo 15/03.
Hoy, 25/03, ya hay gente que ya no tiene para comer. Son muchos los que viven del día a día, son muchos los que llegan justo con lo del día para alimentar una familia y muchos los que viven de lo de ayer, porque hoy no entró si quiera lo suficiente. Hablar de capacidad de ahorro seria una utopía.
Esto no es nuevo, quiero decir, desde que tengo uso de razón hay personas y familias enteras en situaciones económicas comprometidas. Pero si es cierto que la cosa cambió de golpe y se agrava a paso agigantados, y aquel que vive del día a día, como los feriantes, los taxistas, los cuidacoches, entre tantos miles, hoy no están pudiendo hacerlo. Entonces, si nos preguntamos ¿cual es la situación económica de ese trabajador, hoy, el décimo día sin poder salir a trabajar, o aunque salga no hay changa alguna porque la gente esta refugiada y aislada de todo tipo de actividad y servicio (con excepción de los supermercados e industria farmacéutica)? ¿Si ayer no entró "un mango", y ante de ayer tampoco, y ante ante ayer tampoco? Mueren de hambre!! esa es la realidad! Ya eran muchos, en la "normalidad", ahora son muchas más las personas y familias que no tienen para comer, y hablamos del décimo día de confinamiento.Todo sale a la luz, toda queda de a poco en evidencia, y es emergente mirar para el costado.
Atravesamos un momento difícil, está claro. Aunque me cueste decirlo sentada en mi escritorio, escribiendo en la computadora mientras miro el sol caer por la ventada, y una pastafrola de dulce de membrillo (vencido pero reciclado) se hornea en el horno. Pero al mismo tiempo escucho las noticias, y veo a los feriantes y conductores de Uber protestando en la puerta del palacio Legislativo, pidiendo soluciones, y yo me pregunto, -y que les van a decir? Los entiendo a ustedes, trabajadores, pero que culpa podemos echarle al gobierno por la pandemia del covid-19? por otras cosas si... pero por el covid-19? y que culpa podemos echarle a china? y que culpa tienen estas personas por nacer o encontrarse en una situación social y económica como la que atraviesan?
Es difícil aceptar el hecho de vislumbrar que se desata lentamente, pero no tan lentamente una crisis social, económica -y ya hace rato ambiental-, que del mismo orden que la pandemia, es global, y de la que nadie es culpable pero sí, todos somos parte. Hoy lo podemos ver en nuestro país, en nuestras ciudades y nuestros barrios. Hoy es el décimo día y hay gente, mucha mas de la que había, pasandola mal. Y no es momento de echar culpas, aunque la desesperación los coma por dentro, ni de responsabilizar a otro por lo que atravesamos todos, es momentos de juntarnos, unir las fuerzas y buscar soluciones. En lo posible aquellas sustentables y sostenibles en el tiempo.

Ahora bien, la olla popular juega un papel fundamental a nivel barrial, donde complementa la alimentacion de mucha gente. Si hacemos de esta olla una metáfora, adentro se cocina compañerismo, empatia, solidaridad, y un monton de valores sociales y culturales, que por suerte hay gente que los porta y los materializa en alimento para el que le falta.
Descomponiendo un poco la olla popular, notamos que es un componente o acto con una gran demanda social, lo que se corresponde con una demanda económica por parte de la sociedad de clase baja o carente. Y dicha demanda económica esta directamente relacionada con una necesidad básica: la alimentación. Por lo tanto podemos decir que existe una demanda de alimento o una problemática con el acceso al alimento por parte de las personas -desempleadas, no salariadas, sin derecho a jubilación, sin capacidad de ahorro y de bajos recursos, entre otros casos- más de lo "común", a causa de la situación que atravesamos. Por lo que en este momento de complejidad, dichas personas o grupos familiares dependen, total o parcialmente, de la ayuda solidaria, del apoyo económico por parte del gobierno o entes privados, y/o de la creatividad y capacidad para procurar y obtener el alimento para sobrevivir.

ES ENTONCES QUE INTRODUZCO LA PREGUNTA:
¿Qué otras formas de obtener o acceder al alimento podemos encontrar y/o desarrollar? 

Dado que las ollas populares son una solución colectiva, provisoria o permanente, a la problemática compartida de la inseguridad alimentaria (que también incluye cuan sano). De alguna manera la olla popular personifica el hambre, es decir la demanda de alimento se traslada ahora a las ollas populares. Por lo que también tendríamos que preguntarnos: cómo procurar/generar los productos para cocinar de manera mas sustentable y saludable y sostener las ollas populares.

y yo misma hago mi propia reflexión y contrapunto sobre la entrada de la publicación: "QUERIDA OLLA POPULAR, APRONTATE QUE ESTO RECIÉN EMPIEZA.."

Quizás, o con certeza, los que nos tenemos que aprontar y preparar somos nosotros, porque esto ya empezó hace rato... mucho antes del covid-19...