ACCIÓN – REACCIÓN DEL LABORATORIO COLECTIVO VIRTUAL

BITÁCORA DÍA 1 
Palabras claves: motivación colectiva - automotivacion - registro - oonciencia y elección 

(Afuera pasan cosas, Adentro también, paremos y escuchemos, reflexionemos seguido del acto del registro).

Son las 11 y 52 minutos, hace aproximadamente 15 minutos cortamos con el laboratorio colectivo virtual, el cual me dejó eufóricamente activa, movilizada, contenta y motivada.

Me encuentro en La Paloma, Rocha, Uruguay, un balneario en la costa del océano atlántico, donde afortunadamente se encuentra mi hogar. Aquí me crié y crecí hasta la adolescencia, en paralelo al desarrollo del sentido de pertenencia hacia este lugar, el cual hoy considero mi hogar físico y espiritual. Dicho sentimiento, sumado a lazos familiares y materiales me hará volver Indiscutiblemente una y otra vez, mientras transito mi vuelo de vida y me expando, relacionándome con el mundo.

Corté con la video llamada del laboratorio colectivo, y una emoción me presionó el pecho y con una sonrisa en la cara corrí hasta el lindero trasero de mi terreno, el cual apunta hacia el sur. Por pura suerte y verdad me encuentro en la cuarta línea de terrenos con respecto a la costa; y por pura suerte y verdad el terreno lindero de atrás (tercera línea frente al mar) aún se encuentra baldío y justo debajo de éste se encuentra la entrada oficial de Playa Anaconda, por lo que basta con asomarse entre la ventana de formios del limite trasero de mi terreno para ver el mar.
Al atravesar el cerco, la masa crítica de pensamiento y reflexiones generada en la reunión virtual, venia ebulliciendo, y se agitaba en mi cabeza como moléculas de agua al fuego. Revoloteaban en forma de imágenes las caras de los otros al otro lado de la pantalla, más una lluvia de palabras como: cambio climático, sustentabilidad, cuarentena, aislamiento colectivo, masa crítica de conocimiento, colectivo de vuelta, bitácora, acto 1, acto 2, bitácorax10, pensamiento crítico, la voz de Pedro: -“Esto tiene que ser registrado” y el mapa de Latinoamérica dibujado en mi cabeza que prendía luces de colores en Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Costa Rica, Colombia, dibujando una red. Cual si me hubiera zambullido en un mar donde el contenido de las tres reuniones eran ahora el agua.
En eso entonces, yo me dirigía hacia la playa… atravieso el cerco muy emocionada y veo el horizonte azul que contrastaba con el celeste del cielo, veo romper una ola verde transparente con espuma blanca, descalza, el corazón latía, me contentaba por lo hermoso del dia y el encuentro virtual, y me daba cuenta que en esos 5 metros cada segundo de masa crítica de pensamiento generado se volvía cada vez más relevante de ser registrado.
Bastó con observar el estacionamiento -7 autos, y una moto- para darme cuenta que yo no quería hacer la plancha en el mar y ser un turista más en cuarentena, y no tuve mejor idea que detenerme a mí misma. La ola del pensamiento crítico rompió, la palabra “bitácora” resonó una vez más en mi cabeza, seguido de la voz de Pedro diciendo “Esto tiene que ser registrado”. Pegue media vuelta, atravesé el cerco una vez más, y pensé dentro mío: “puedo nadar luego, ahora es hora de registrar”.